lunes, 4 de junio de 2007

El fantasma de las 3:00


En la hora de la comida suelo escribirte, creo que tendré que volver a recurrir a la técnica de escribirte y errar tu correo, desviarlo tanto que llegue hasta estos lares... sé que funcionará, no te dejaré de escribir...

Hola, sabes, he estado pensando, siempre estoy pensando, y hay algo que no acaba de encajar, no te siento tranquilo, no te siento convencido de lo que estamos haciendo y no me siento segura de ti, te siento con muchas dudas, sabes lo que creo? lo que siento? que estás junto a mi o intentas estarlo por el proyecto y no sabes lo frustrante que me parece, te siento con reservas, y no estoy hablando de nosotros, no, de eso ya ni hablaré, estoy hablando del proyecto, siento que te quieres involucrar, que en verdad lo deseas, pero hay algo que aún no te deja terminar de convencerte. Muchas veces te he dicho que seas sincero conmigo, ya no sé cómo hacerte ver que para mi siempre será mejor la verdad aunque no sepas como decirla, aunque sea dura, yo no quiero volver a ilusionarme contigo y después darme cuenta (de nuevo) que lo que buscabas en mi era otra cosa, el proyecto. ¿Y si no hubiera proyecto? ¿Si Armand decidiera no invertir más? eso ya te lo pregunté una vez, pero no obtuve respuesta. No voy a hablar de nosotros, no, estoy hablando del proyecto, a mi me interesa mucho y eso lo sabes, pero mis puntos de vista no han cambiado, y los tuyos no los veo convencidos, sé que hay algo que te inquieta, si no me lo quieres contar no importa, es tu vida, pero recuerda que el proyecto, y no solo hablo de Armand, para mí representa un proyecto de vida, algo que quiero crear para mi futuro, para mi satisfacción y claro que me encantaría compartirlo contigo y que también fuera tu proyecto de vida solo que a lo mejor yo no soy la persona con la que deseas compartir algo así. Yo no te quiero conmigo por compromiso, ni por interés, ni porque represente una oportunidad de crecimiento laboral, soy más que eso, no soy un accesorio del proyecto, no quiero condicionar ni tus besos ni tus caricias ni tus palabras ni nada, no quiero en ese aspecto depender de un proyecto, antes preferiría dejarlo que condicionar mi vida a ello, porque se trata de mi vida y quiero ser feliz y tengo muy claro que la felicidad es más que la solvencia económica, es más que lo material, es más que eso, y no quiero emprender un proyecto que con suerte, esfuerzo y trabajo me resulte favorable económicamente pero me deje incompletos otros aspectos de mi vida igual o mas importantes. Te siento con dudas, en verdad, y sabes algo, ya estaba empezando, aunque no con mucho gusto, a hacerme a la idea de que tú no entraras en mi vida, pero luego llegas y me dices que quieres hablar conmigo y que quieres cambiar y que te has dado cuenta de que no estabas donde querías y que ya no quieres seguir con la relación que tenías y que ya no querías seguir conmigo como antes y que quieres emprender conmigo este proyecto... pero eso es lo que dices, no es lo que proyectas y tú lo sabes mejor que yo, estas triste y sabemos por qué. Sabes algo, ya no te siento igual, como al principio, con emoción, con gusto, con ganas, en verdad me hacías sentir especial y hacías que me olvidara del contexto que nos rodeaba, ahora te siento apagado, algo forzado, y eso no es lo que quiero ni para ti ni para mi, más de una vez te he dicho que te quiero convencido y no lo estás, no del todo, no me digas que no. Así que aún estamos a tiempo, aún estas a tiempo, aún puedes decidir el rumbo de tu vida sin complicar más las cosas, aún tienes tiempo de recapacitar y replantearte la situación y ver qué es lo que quieres de tu vida. En el correo que me reenviaste, el que te envió ella, hablabas sobre sacrificio, no sacrifiques la felicidad o el amor, siempre has las cosas por amor, porque si las haces por amor, y no hablo exclusivamente del de pareja, nada representa un sacrificio, si dejarla a ella por el proyecto es para ti un sacrificio no están bien las cosas, y si te quedas con ella pero eso representa para ti sacrificar el proyecto, entonces tampoco están bien, ya te he dicho que no me puedo meter en tu cabeza, pero puedo darme cuanta de muchas de las cosas que pasan por ella, piensa las cosas, te invito a hacerlo, y si en verdad estas convencido de lo que estas haciendo demuéstralo, demuéstratelo, que es importante el que tu estés seguro de tus actos y que quedes bien contigo y que hagas las cosa por ti, que los demás solo somos unos espectadores. Solo recuerda que en tu decisión esta algo de mi futuro en tus manos, recuerda que nuestros actos y nuestras decisiones impactan a los que nos rodean, por eso te pido que pienses bien las cosas

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