martes, 31 de julio de 2007
Resumiendo la Jornada del dia. Confesionario
3 comentarios bien escritos Mal escrito por Tu Gitana por ahí de las 11:34 p.m. Pues bien, después de la sesión matutina de masoquismo, la visita no deseada al baúl de los recuerdos y andar tristeando el resto de la mañana he llegada a nada, a lo mismo, a lo de siempre, a ese dolor eterno y reanudante:
Confesionario
Te extraño y no te extrano.
Me dueles y no me dueles.
Extraño tu aroma en las mañanas,
el sabor de tu café,
la plática irrisoria,
extraño verte en el reflejo del monitor,
tus ruidos raros que parecían risas,
tu plática, cómo extraño tu plática,
esa donde me contabas tu vida,
donde adivinaba lo atormentado que eres,
donde leía todos tus defectos,
donde te criticaba;
extraño tus manos,
tu lunar en el brazo,
la forma de tu cuello,
tus camisas arrugadas,
te extraño a ti.
No extraño los últimos días,
no extraño el no sentirte cerca,
el no sentirte mío,
el oirte suspirar por álguien más,
tu mirada ausente
no extraño adivinarte el pensamiento
tu indescisión
tu juego.
Me duelen ciertas canciones,
los post it verdes y naranjas,
tu nombre,
tu silencio,
tu no-despedida,
cómo duele el que no te hayas despedido,
me duele tu ausencia,
el saber que no me extrañas,
que no me necesitas,
que fui nada,
me duele el café por las mañanas,
las clases de inglés,
pensar en ti,
no saber de ti.
No me dueles tú,
me duelo yo despues de ti.
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miércoles, 25 de julio de 2007
Windows Media Player vs. Sol + Unicornios y demás
1 comentarios bien escritos Mal escrito por Tu Gitana por ahí de las 11:15 p.m.Etiquetitas: días felices, gustos, meditando, pandita
martes, 24 de julio de 2007
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Hoy no tengo ganas de trabajar, así que me he puesto a escribir, tengo muchas ideas en la cabeza y podría escribir de aquí hasta pasado mañana, pero la mayoría, por no decir todo, trataría de lo mismo, ese tema que esta impregnado en este mi blog, que más que blog parece altar de adoración, para subir egos y enaltecer orgullos, digo, es casi exclusivo del tema, yo no tengo alguien que dedique un blog a mis errores, mmmm visto así parece buena opción no tenerlo. Pues bien, sí, traté, y trato, de cambiar el giro emocional de este querido blog y no lo he logrado y ya caí en la cuenta de que no lo voy a olvidar a él, no podría, no domino mi memoria, ella elige qué recordar y qué no, pero por mucho que lo quiera no lo voy a olvidar. Ya no quería escribir de él en este blog pero a quien engaño, si este espacio es un reflejo de mi pensamiento y es él a quien tengo todo el día muy a mi pesar en la cabeza, por qué no habría de escribir acerca de él, además, ya qué más da, ni siquiera me lee, así que visto de ese punto ya no es su altar, ya no puede nutrirse de aquí, ya no lo puedo herir. Tampoco soy como él que corta de tajo todo y se da la vuelta con la tranquilidad del mundo entero en su conciencia, no, lo mío es ser paulatina (no como el disco, nooo) poco a poco, escribiré hasta hartarme de dedicarle mi tiempo y mi espacio, pero tampoco me voy a reprimir, si tengo ganas de dedicarle unas líneas lo haré si mayor complejo. Y bien, es eso estamos, en que no lo voy a olvidar y no es por gusto, lo que si voy a lograr será dejar de añorarlo, solo serás un recuerdo, un mal sabor de boca que estará por siempre ahí como prueba tangible de que te viví.
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Yo no sé de qué trate la vida, en el camino se descubre, al menos eso es lo que creo. ¿Que es la vida? ya quedamos que no es sueño, pero hay veces en que pareciera lo contrario, incluso una triste pesadilla donde morir sea despertar. ¿Cómo saber si viviste lo que tenias que vivir? No entiendo esos correos que intentan decirnos qué vivir, y qué si alguien le toco vivir aletargado y en pausa o le tocó carencias o riquezas o un temperamento pasivo o uno activo. Solo sé que hay que vivir y no es una opción, es lo que hay que hacer, y luego te asomas a la muerte y no es que asuste, no, solo que esa sensación de final es indescriptible. Huele a flores y añoranza, como a un calor apagado, como a anestesia con nostalgia y en vez de vació se siente un ambiente impregnado, no sé bien a qué, supongo que a muerte.
-Mi abuela me tiene mal acostumbrada -le dije a mi madre. Es verdad, la muerte en casa de mi abuela parece fiesta, cualquiera que se asome en días de luto en la casa de mi abuela seguro regresa para el siguiente, no es que me burle, pero es verdad, y ayer que estaba en otra casa con costumbres más normales, y digo normales porque mi hermana y yo caímos en la cuenta de que solo con mi abuela es fiesta antes, durante y después del duelo, ayer me pareció algo menos divertido el final, pero la sensación de alegría que me da, no piensen mal, porque alguien se marcha es la misma, hay tristeza por muchas razones, pero te queda la tranquilidad, esa que se siente en el pecho, de que todo para esa persona va a ser mejor, concluyó la carrera, terminó y le tocó llegar a la meta donde le espera triunfo y gloria y sobre todo paz, esa paz por la que tanto luchamos toda la vida. Irónico. Buena suerte y buena vida.
jueves, 19 de julio de 2007
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lunes, 16 de julio de 2007
Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela. Antes de morir, le reveló su secreto: - La uva -le susurró- está hecha de vino.Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos.
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III. Desesperación. Hada
0 comentarios bien escritos Mal escrito por Tu Gitana por ahí de las 10:22 p.m.Hada esta triste, ahora ahí sentada ha recordado todo, y recordar es vivir, con lo cual la angustia regresa. Hada se siente triste, decepcionada, teme la peor consecuencia y esa duda no la deja en paz, esa duda acaba de inundar todo su ser, porque la respuesta podría cambiar toda su vida. Hada no sabe qué hacer, no sabe en qué momento dejó que alguien le hiciera tanto mal, y no sabe cómo evitar que, aunque en ausencia, le siga dañando tanto. Hada está asustada, aunque haya luz en toda dirección no sabe cuál de todas es la que le corresponde, o si alguna siquiera le corresponde.
Pero Hada esta decidida a despejar esa triste duda, porque aunque sabe que está mal pensarlo así, eso no pinta nada bien, no sabría que hacer, no sabría como formar su mundo y esa idea que puede ser la asusta en verdad. La desesperación invade su ser, la paz antes lograda empieza a desboronarse. Aunque ahora su imagen y su recuerdo la aterrorizan, aunque se ha dado cuenta de todo el daño y maldad que viven en aquel ser, aún a pesar de todo eso quisiera cambiar la historia y que él fuera otra clase de persona de la que puede tomar tu mano y decirte que todo estará bien no importa el resultado de la duda, el que sería un buen ejemplo, en el que se pudiera confiar y el que fuera soporte en vez de soportado. Pero eso no existe, nunca existió, solo fue un ser creado tan magistralmente en la cabeza de Hada que no dejó ver la silueta real, esa silueta cruel sin palabra ni decencia, tan cruel para ignorar sin piedad pero tan débil que ni siquiera mira a los ojos ni gesticula palabra alguna.
Hada tiembla ante su recuerdo, Hada quiere olvidar, perdonar y ser perdonada y luego tirar las memorias al viento, pero no puede hacerlo ante esta duda. -¿Y si fuera cierto? -se pregunta- mientras sigue sentada, pero ya no mira al sol, ha agachado la mirada y ahora solo puede pensar en esa terrible duda. Pero Hada es fuerte y no dejará al destino actuar solo, Hada se levanta y camina en busca de respuestas, está desesperada y esa desesperación terminará o aumentará solo con la respuesta, la verdad.
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sábado, 14 de julio de 2007
II. Viento nuevo. Hada
0 comentarios bien escritos Mal escrito por Tu Gitana por ahí de las 11:21 p.m. Y ahí estaba, de cara al cielo, tumbada y con los ojos cerrados, muy cerrados, entonces la claridad de aquel día traspasó sus párpados. ¿Quién ayuda a las hadas? aún no lo sé, tal vez ellas deben ayudarse a sí mismas. Pero estábamos en el suelo, de cara al sol, Hada decidió asomarse a ver qué era aquel resplandor. Abrió los ojos, lloró.
El llanto brotó sin cesar, como si no hubiera nada más que ella y su llanto, así, sentada en medio de la nada, en medio de esa claridad, el hada lloró por todo el tiempo transcurrido, por todo el tiempo que mantuvo los ojos cerrados, por todo el tiempo que creyó lo equivocado, por todo eso y sobre todo por aquel suave y tibio bienestar que la luz que inundaba sus ojos le transmitía. -Ya nunca más los cerraré, no -se dijo- pero decir no basta, habrá que dejar pasar el tiempo una vez más para corroborar tal afirmación, porque es de dominio popular que las palabras se las lleva el viento, lo que no sabes es que hay que fijarse en el tipo de viento que luego anda por ahí llevándose cosas como palabras, intenciones y pensamientos.
El viento puede llevarse muchas cosas, pero también las trae, nos las acerca tanto para que solo baste abrir los ojos para ver lo que ha traído. Hada, que aún permanecía tumbada en aquel claro, con los ojos abiertos llenos del azul del cielo, pudo empezar a respirar de aquel viento que flotaba y rebotaba en la baldosa blanca donde se hallaba. Era un viento con olor a nuevo, mezclado con un poco de incertidumbre y cambio, era un viento limpio y sin perfume, listo para ser llenado de los nuevos paquetes a transportar.
Hada se sentó y se quedó un rato más en esa posición, con las piernas hechas nudo y la frente en alto. El llanto aun brotaba lentamente pero al oler de aquel singular viento volvieron a renacer las ganas y las fuerzas que le impulsaran a llorar, pero este llanto era diferente al anterior, este era de descanso, de aliento y de paz. Todo había terminado, la tempestad había acabado y ahora el cielo estaba listo para ser pintado de nuevo, solo que ahora Hada debía descubrir qué era lo siguiente a pintar, qué será lo que continua, voltear al pasado es bueno de vez en cuando, pero después de lo ocurrido y después de haber sentido los rayos del sol sobre su frente, no podía volver a lo anterior, así que decidió saltar esa etapa de su vida y cuando mirara al pasado solo vería lo anterior a esto, donde vivía en una paz aletargada, esa paz que vino a ser sacudida por el torbellino que fue todo lo que acababa de ocurrir. Hada ahora debía ponerle otro rostro y otro nombre a sus pensamientos, que siempre habían sido los mismos, pero que por un instante encantado otorgó a quien no debía.
Ahora después de la sacudida había podido oler este viento que la envolvía y la abrazaba dentro de su fuerza y que le susurraba palabras que aun no podía comprender, y en ese ir y venir de susurros de viento se encontraba, alertando todos sus sentidos, descubriendo que le amparaba esa luz resplandeciente y ese viento dulzón mientras se encontraba sentada en la explanada, sobre las baldosas blancas y alzando la frente hasta encontrar el sol.
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martes, 10 de julio de 2007
I
-Esta todo tan oscuro, ¿dónde está el interruptor?- se dijo mientras en el silencio se dibujaban imágenes en su mente, de esas que solo nos visitan en nuestros sueños y que más tarde no podemos recordar, -¿qué es ese ardor? mis oídos arden ¿conspiración?- esa extraña sensación que te invade justo cuando estas esperando por algo, o alguien, como los nervios previos a una noticia que no quieres escuchar.
Era muy temprano aún, las sabanas aún estaban tibias cuando todo pasó, y luego, oscuridad, todo en vertiginosa caída sucedió, qué otra manera sino el desconcierto puede venir después del arrebato. Con todo lo ocurrido lo único que se esperaba era el silencio y esa extraña sensación de paz, que de no ser por el ardor en las orejas, se asemejaría mucho a la que antes la invadía. Estaba convaleciente, todo fue tan rápido que apenas en medio de esta oscuridad pudo sentarse a mirar lo ocurrido, y los hechos pasaban como una película entrecortada dibujada en aquellas imágenes de su mente.
-Parece un sueño, no sabría si comienza o termina- se dijo aquel ser, pero esta hada no había salido de la pluma de Calderón de la Barca, sino de la mía, así que al menos estamos seguros de que la vida no es sueño, al menos no en este momento, porque el dolor guardado en la memoria de la piel salía justo ahora en todo su esplendor, se sentía, se olía, se distinguía, ese dolor que invade todo, que lo llena todo hasta la memoria y que aunque se pose un instante, ese instante parece durar una eternidad. Y lo dura, eternidades enteras se han pasado durmiendo en ese dolor.
Ahora el dolor había cesado, la eternidad había acabado y el Hada estaba inmóvil, pasiva, esperando que el futuro llegara y con él la luz, esa luz que empezaba a recordar, la que tenía antes de que todo iniciara. Estaba quieta en medio de esa oscuridad, aguardando, aún no descubría qué era lo que aguardaba, solo el instinto de la vigilia la mantenía alerta, qué hacer cuando tus alas se rompieron y el polvo de hadas se acabó. Lo que no se daba cuenta era de que la oscuridad vivía interna, ella no estaba oculta, no se encontraba en ningún refugio, al contrario, era como estar en medio de una plaza desierta, cubierta de luz, tumbada en el suelo blanco y con los ojos apretados para que no entrara ninguna de aquella claridad que la rodeaba, absorta en sí misma y en su mundo pequeño y oscuro, esperando como un niño que jugando a los "encantados" fue atrapado y aguarda a que alguien más se tome la molestia de desencantarlo. Y mientras aguarda todo parece ir más despacio, pero aguardar tiene sus beneficios, porque algo, tarde o temprano, tiene que llegar y si algo saben las hadas es aguardar.
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lunes, 9 de julio de 2007
Desilusión, dulce desilusión
0 comentarios bien escritos Mal escrito por Tu Gitana por ahí de las 9:28 p.m.Etiquetitas: pandita
miércoles, 4 de julio de 2007
Un camino con corazón
0 comentarios bien escritos Mal escrito por Tu Gitana por ahí de las 9:32 p.m.Etiquetitas: días felices, Textos