martes, 31 de julio de 2007

Pues bien, después de la sesión matutina de masoquismo, la visita no deseada al baúl de los recuerdos y andar tristeando el resto de la mañana he llegada a nada, a lo mismo, a lo de siempre, a ese dolor eterno y reanudante:

Confesionario

Te extraño y no te extrano.

Me dueles y no me dueles.

Extraño tu aroma en las mañanas,
el sabor de tu café,
la plática irrisoria,
extraño verte en el reflejo del monitor,
tus ruidos raros que parecían risas,
tu plática, cómo extraño tu plática,
esa donde me contabas tu vida,
donde adivinaba lo atormentado que eres,
donde leía todos tus defectos,
donde te criticaba;
extraño tus manos,
tu lunar en el brazo,
la forma de tu cuello,
tus camisas arrugadas,
te extraño a ti.

No extraño los últimos días,
no extraño el no sentirte cerca,
el no sentirte mío,
el oirte suspirar por álguien más,
tu mirada ausente
no extraño adivinarte el pensamiento
tu indescisión
tu juego.

Me duelen ciertas canciones,
los post it verdes y naranjas,
tu nombre,
tu silencio,
tu no-despedida,
cómo duele el que no te hayas despedido,
me duele tu ausencia,
el saber que no me extrañas,
que no me necesitas,
que fui nada,
me duele el café por las mañanas,
las clases de inglés,
pensar en ti,
no saber de ti.

No me dueles tú,
me duelo yo despues de ti.

miércoles, 25 de julio de 2007


Hay personas que suelen asociar las cosas con situaciones, canciones, olores, poemas, palabras, imágenes, lugares, todo lo asocian, yo soy una de esas personas, lo reconozco. Pero qué sucede cuando las cosas están asociadas a malos recuerdos, qué sucede si queremos deshacernos de esa memoria impregnada de sal. Hay una canción en particular que me recuerda muchas cosas, no es que haya sido la única, no, pero fue la que elegí como significativa y si la analizo hasta profética. Creo que ya he escrito aquí sobre esa canción o talvez me lo imaginé, tendré que revisar, lo más seguro es que mis palabras se parezcan pero es que tengo el recuerdo fresco como pan recién salidito, el dijo -no vayas a quitar esa canción -nooo, como crees -le contesté. A lo mejor él también escogió esa canción, o a lo mejor solo le gustaba y la quería escuchar sin más complicación que puritito gusto, esto último es lo más probable. Resulta que hoy me planté los audífonos, abrí el Windows Media Player, lo puse en aleatorio y todo iba mmm mas o menos bien, sin mucha depre incluso, cuando empieza la dichosa canción...... mmm la dejo?... sí, que va, lejos de todo me gusta esa canción... y que la dejo... y nada... en verdad nada... antes las lágrimas salían en automático incluso cuando él aun estaba cerca de mí (no puedo decir conmigo porque ya quedamos en que nunca lo estuvo, era falso todo), pero ahora... ahora nada... eso me alegra, en verdad, es buena señal de que la tormenta va pasando y por si fuera poco el Media Player cobró vida y quiso ponerse cisañoso y que la repite, sí, seguida, dos veces hasta que aprendas me dijo, creo que fue otra señal y ahí estábamos, La Chispa Adecuada, luego La Chispa Adecuada (again) y luego el Media Player para rematarme que me pone la de Ojala, como si no supiera que una hora antes había acabado el maratón Silvio Rodríguez, empiezas con Silvio, terminas con Silvio me dijo el condenado, pues bien, le dije al programilla ese, no lograste tu objetivo. Ja (carcajada final, no te rías, secuela de la silviomanía) Y hablando de recuerdos, la de Ojala es de las que más tienen, pero me vino a la mente uno de los más nuevos que fue más o menos poquito después de que empezó la vida útil de este blog, resulta que andaba buscando un unicornio, ya aunque no fuera azul, y entre paginas y dibujitos fui a dar al blog de Jen y su Post del "El deseo que no se fue detrás de ti" muy bueno por cierto, y de ahí empecé a tener lectora, luego lectores... y pues bien, eso es todo, seguiré con mis luchas internas con objetos inanimados e incorpóreos, eso de pelearse con el software de la computadora de la oficina es seña de que mi locura vuelve, jajajaja... todo regresa a la normalidad, poco a poco... pensar, esperar, ayunar. mmmm, Sidartha (o como se escriba) Herman Hessen (tampoco sé cómo se escribe, ja) eso me recuerda a mi primo, ayer que llega al rosario con librito en mano.. ¿tú y la Biblia? ¿Apocalipsis comenzó? pensé pero claro que no, no era el librito de rezos que no tiene, era el libro de Sidartha, lo estaba leyendo y casi estaba por terminarlo y no quiso separarse del final así que llevó a su libro de paseo, ahhh... eso también lo he hecho, es bonito, aunque no muy benéfico para la pasta de los libros... buen libro le dije. En verdad buen libro.

martes, 24 de julio de 2007

Evangelion


Es de noche, tengo frio y sueñito... y ya me quiero ir a dormir.... pero no, no lo haré, no señor.... he de aguantar, ya casi me voy de aquí.... a las 12, como cenicienta.... pero en vez de huir del castillo del príncipe, huyo de la compu hacia mi cuarto... estan pasando Evangelion (ahhhh) a la media noche pa variar, canal mmmm 39? Cómo me la ponen a esa hora????.... ni modo, me aventaré de noctámbula mi cuarta o quinta vez que miro la serie.

Olvidar o añorar




Hoy no tengo ganas de trabajar, así que me he puesto a escribir, tengo muchas ideas en la cabeza y podría escribir de aquí hasta pasado mañana, pero la mayoría, por no decir todo, trataría de lo mismo, ese tema que esta impregnado en este mi blog, que más que blog parece altar de adoración, para subir egos y enaltecer orgullos, digo, es casi exclusivo del tema, yo no tengo alguien que dedique un blog a mis errores, mmmm visto así parece buena opción no tenerlo. Pues bien, sí, traté, y trato, de cambiar el giro emocional de este querido blog y no lo he logrado y ya caí en la cuenta de que no lo voy a olvidar a él, no podría, no domino mi memoria, ella elige qué recordar y qué no, pero por mucho que lo quiera no lo voy a olvidar. Ya no quería escribir de él en este blog pero a quien engaño, si este espacio es un reflejo de mi pensamiento y es él a quien tengo todo el día muy a mi pesar en la cabeza, por qué no habría de escribir acerca de él, además, ya qué más da, ni siquiera me lee, así que visto de ese punto ya no es su altar, ya no puede nutrirse de aquí, ya no lo puedo herir. Tampoco soy como él que corta de tajo todo y se da la vuelta con la tranquilidad del mundo entero en su conciencia, no, lo mío es ser paulatina (no como el disco, nooo) poco a poco, escribiré hasta hartarme de dedicarle mi tiempo y mi espacio, pero tampoco me voy a reprimir, si tengo ganas de dedicarle unas líneas lo haré si mayor complejo. Y bien, es eso estamos, en que no lo voy a olvidar y no es por gusto, lo que si voy a lograr será dejar de añorarlo, solo serás un recuerdo, un mal sabor de boca que estará por siempre ahí como prueba tangible de que te viví.

Muerte y Vida


Hace unos días me llegó, bueno, digo "me llegó" porque yo lo leí jejeje, pero realmente no era para mi, así que no es lo mismo, pero es igual; pues sí, llegó, dejémoslo así, un correo que trataba sobre aquellas cosas que uno debe pasar durante la vida para sentir que realmente se esta vivo. ¿Quién se tomará la molestia de escribir tales metáforas y luego lanzarlas cual botella al mar? siempre me he preguntado eso de todos los correos cadenas con ventiochomil maldiciones si no los reenvías. Pues bien, lo abrí y luego luego empecé de prejuiciosa como es de costumbre en mí, sin embargo seguí leyendo y sé que en otras condiciones lo hubiera pasado de alto, pero esta vez no, lo leí, sí, hasta lo reenvié, uno de esos correos cadenas que no me gustan nadita llamó mi atención. Ahora he quedado tan débil y expuesta que todos esos correos basura-cadena empiezan a tener sentido. Que horror. Eso si asusta, pero bien, el tema del correo no era nada nuevo ni novedoso, de hecho ya lo había leído en otra versión, esa de las cosas que tienes que hacer antes de llegar a los 30, un amigo me lo envió cuando estaba en un bache de esos que últimamente tuve y me dijo -no te preocupes sé que te falta mucho para los treinta -y me alegro de ello- omite el dato de la edad y ahí tienes lo que te quiero decir.
Yo no sé de qué trate la vida, en el camino se descubre, al menos eso es lo que creo. ¿Que es la vida? ya quedamos que no es sueño, pero hay veces en que pareciera lo contrario, incluso una triste pesadilla donde morir sea despertar. ¿Cómo saber si viviste lo que tenias que vivir? No entiendo esos correos que intentan decirnos qué vivir, y qué si alguien le toco vivir aletargado y en pausa o le tocó carencias o riquezas o un temperamento pasivo o uno activo. Solo sé que hay que vivir y no es una opción, es lo que hay que hacer, y luego te asomas a la muerte y no es que asuste, no, solo que esa sensación de final es indescriptible. Huele a flores y añoranza, como a un calor apagado, como a anestesia con nostalgia y en vez de vació se siente un ambiente impregnado, no sé bien a qué, supongo que a muerte.
-Mi abuela me tiene mal acostumbrada -le dije a mi madre. Es verdad, la muerte en casa de mi abuela parece fiesta, cualquiera que se asome en días de luto en la casa de mi abuela seguro regresa para el siguiente, no es que me burle, pero es verdad, y ayer que estaba en otra casa con costumbres más normales, y digo normales porque mi hermana y yo caímos en la cuenta de que solo con mi abuela es fiesta antes, durante y después del duelo, ayer me pareció algo menos divertido el final, pero la sensación de alegría que me da, no piensen mal, porque alguien se marcha es la misma, hay tristeza por muchas razones, pero te queda la tranquilidad, esa que se siente en el pecho, de que todo para esa persona va a ser mejor, concluyó la carrera, terminó y le tocó llegar a la meta donde le espera triunfo y gloria y sobre todo paz, esa paz por la que tanto luchamos toda la vida. Irónico. Buena suerte y buena vida.

jueves, 19 de julio de 2007



"¿A quién le doy tantas caricias que sobraron, aquellas que olvidé ponerte sobre el pecho?"

Carilda Oliver Labra

Reclamo. Recaída


Como siempre escribo de lo mismo, me preocupa no poder cambiar de página y es que el dolor sigue, no es cierto que ya esté bien, lo intento pero siempre vuelvo a lo mismo, me atormento con pensamientos mártires, me justifico y te satanizo, pero la verdad es que quisiera gritar, quisiera que me escucharas y que me dijeras que nada de lo que creo de ti es verdad, que no eres quien ahora veo, que al menos algo de lo bello que me dijiste era verdad o un poco sincero, quisiera que te hubieras quedado junto a mi, quisiera dejar de sentirte y recordarte, quisiera que ya no me dolieras más, quisiera odiarte y decir que no me lastimaste, que no lograste tu objetivo pero no es verdad, la verdad es que me destrozaste, acabaste conmigo, con mi ánimo, con mi apetito, con mi tranquilidad y con mis ganas de levantarme en la mañana, la verdad es que no te he dejado de llorar, la verdad es que sueno patética y no debería extrañarte porque te portaste demasiado mal conmigo y debería despreciarte, la verdad es que te extraño, te extraño mas de la cuenta, me preocupa no saber de ti, quisiera saber cómo estas, cómo supones que deje de interesarme por ti de la noche a la mañana. Te envidio porque tu si pudiste hacerlo conmigo, me duele que ya no quieras saber absolutamente nada de mi, me duele saber que no me lees, me duele darme cuenta de que todo lo que me dijiste fue mentira, nunca me quisiste, nunca te preocupé, nunca te interesaste realmente por mi, ni siquiera te despediste, yo estaba dispuesta a decirte adiós pero ni eso quisiste de mi. Y ahora me quedo con tu vacío, y es que era el destino contigo, lo pude ver y supe que no lo podría detener jamás, la entrada de ti a mi vida solo acabaría en un único punto, aun contigo como hubiera querido o sin ti como ahora estoy mi destino acerca de ti era sufrirte, sufrir tu ausencia y tu presencia, sufrir tu dicha y tu desdicha, ahora se donde terminas, en sufrimiento, irremediable y eterno sufrimiento por ti.

lunes, 16 de julio de 2007

La uva y el viento


Un hombre de las viñas habló, en agonía, al oído de Marcela. Antes de morir, le reveló su secreto: - La uva -le susurró- está hecha de vino.Marcela Pérez-Silva me lo contó, y yo pensé: Si la uva está hecha de vino, quizá nosotros somos las palabras que cuentan lo que somos.

Eduardo Galeano. El libro de los Abrazos.


"Se demora el pájaro cantor,
se demora el verdadero amor,
se demora, se demora,
pero no olvidaré que hay aurora".

(Silvio Rodríguez)

III. Desesperación. Hada



Hada esta triste, ahora ahí sentada ha recordado todo, y recordar es vivir, con lo cual la angustia regresa. Hada se siente triste, decepcionada, teme la peor consecuencia y esa duda no la deja en paz, esa duda acaba de inundar todo su ser, porque la respuesta podría cambiar toda su vida. Hada no sabe qué hacer, no sabe en qué momento dejó que alguien le hiciera tanto mal, y no sabe cómo evitar que, aunque en ausencia, le siga dañando tanto. Hada está asustada, aunque haya luz en toda dirección no sabe cuál de todas es la que le corresponde, o si alguna siquiera le corresponde.
Pero Hada esta decidida a despejar esa triste duda, porque aunque sabe que está mal pensarlo así, eso no pinta nada bien, no sabría que hacer, no sabría como formar su mundo y esa idea que puede ser la asusta en verdad. La desesperación invade su ser, la paz antes lograda empieza a desboronarse. Aunque ahora su imagen y su recuerdo la aterrorizan, aunque se ha dado cuenta de todo el daño y maldad que viven en aquel ser, aún a pesar de todo eso quisiera cambiar la historia y que él fuera otra clase de persona de la que puede tomar tu mano y decirte que todo estará bien no importa el resultado de la duda, el que sería un buen ejemplo, en el que se pudiera confiar y el que fuera soporte en vez de soportado. Pero eso no existe, nunca existió, solo fue un ser creado tan magistralmente en la cabeza de Hada que no dejó ver la silueta real, esa silueta cruel sin palabra ni decencia, tan cruel para ignorar sin piedad pero tan débil que ni siquiera mira a los ojos ni gesticula palabra alguna.
Hada tiembla ante su recuerdo, Hada quiere olvidar, perdonar y ser perdonada y luego tirar las memorias al viento, pero no puede hacerlo ante esta duda. -¿Y si fuera cierto? -se pregunta- mientras sigue sentada, pero ya no mira al sol, ha agachado la mirada y ahora solo puede pensar en esa terrible duda. Pero Hada es fuerte y no dejará al destino actuar solo, Hada se levanta y camina en busca de respuestas, está desesperada y esa desesperación terminará o aumentará solo con la respuesta, la verdad.

sábado, 14 de julio de 2007

II. Viento nuevo. Hada

Y ahí estaba, de cara al cielo, tumbada y con los ojos cerrados, muy cerrados, entonces la claridad de aquel día traspasó sus párpados. ¿Quién ayuda a las hadas? aún no lo sé, tal vez ellas deben ayudarse a sí mismas. Pero estábamos en el suelo, de cara al sol, Hada decidió asomarse a ver qué era aquel resplandor. Abrió los ojos, lloró.
El llanto brotó sin cesar, como si no hubiera nada más que ella y su llanto, así, sentada en medio de la nada, en medio de esa claridad, el hada lloró por todo el tiempo transcurrido, por todo el tiempo que mantuvo los ojos cerrados, por todo el tiempo que creyó lo equivocado, por todo eso y sobre todo por aquel suave y tibio bienestar que la luz que inundaba sus ojos le transmitía. -Ya nunca más los cerraré, no -se dijo- pero decir no basta, habrá que dejar pasar el tiempo una vez más para corroborar tal afirmación, porque es de dominio popular que las palabras se las lleva el viento, lo que no sabes es que hay que fijarse en el tipo de viento que luego anda por ahí llevándose cosas como palabras, intenciones y pensamientos.
El viento puede llevarse muchas cosas, pero también las trae, nos las acerca tanto para que solo baste abrir los ojos para ver lo que ha traído. Hada, que aún permanecía tumbada en aquel claro, con los ojos abiertos llenos del azul del cielo, pudo empezar a respirar de aquel viento que flotaba y rebotaba en la baldosa blanca donde se hallaba. Era un viento con olor a nuevo, mezclado con un poco de incertidumbre y cambio, era un viento limpio y sin perfume, listo para ser llenado de los nuevos paquetes a transportar.
Hada se sentó y se quedó un rato más en esa posición, con las piernas hechas nudo y la frente en alto. El llanto aun brotaba lentamente pero al oler de aquel singular viento volvieron a renacer las ganas y las fuerzas que le impulsaran a llorar, pero este llanto era diferente al anterior, este era de descanso, de aliento y de paz. Todo había terminado, la tempestad había acabado y ahora el cielo estaba listo para ser pintado de nuevo, solo que ahora Hada debía descubrir qué era lo siguiente a pintar, qué será lo que continua, voltear al pasado es bueno de vez en cuando, pero después de lo ocurrido y después de haber sentido los rayos del sol sobre su frente, no podía volver a lo anterior, así que decidió saltar esa etapa de su vida y cuando mirara al pasado solo vería lo anterior a esto, donde vivía en una paz aletargada, esa paz que vino a ser sacudida por el torbellino que fue todo lo que acababa de ocurrir. Hada ahora debía ponerle otro rostro y otro nombre a sus pensamientos, que siempre habían sido los mismos, pero que por un instante encantado otorgó a quien no debía.
Ahora después de la sacudida había podido oler este viento que la envolvía y la abrazaba dentro de su fuerza y que le susurraba palabras que aun no podía comprender, y en ese ir y venir de susurros de viento se encontraba, alertando todos sus sentidos, descubriendo que le amparaba esa luz resplandeciente y ese viento dulzón mientras se encontraba sentada en la explanada, sobre las baldosas blancas y alzando la frente hasta encontrar el sol.

martes, 10 de julio de 2007

Hada


I

-Esta todo tan oscuro, ¿dónde está el interruptor?- se dijo mientras en el silencio se dibujaban imágenes en su mente, de esas que solo nos visitan en nuestros sueños y que más tarde no podemos recordar, -¿qué es ese ardor? mis oídos arden ¿conspiración?- esa extraña sensación que te invade justo cuando estas esperando por algo, o alguien, como los nervios previos a una noticia que no quieres escuchar.
Era muy temprano aún, las sabanas aún estaban tibias cuando todo pasó, y luego, oscuridad, todo en vertiginosa caída sucedió, qué otra manera sino el desconcierto puede venir después del arrebato. Con todo lo ocurrido lo único que se esperaba era el silencio y esa extraña sensación de paz, que de no ser por el ardor en las orejas, se asemejaría mucho a la que antes la invadía. Estaba convaleciente, todo fue tan rápido que apenas en medio de esta oscuridad pudo sentarse a mirar lo ocurrido, y los hechos pasaban como una película entrecortada dibujada en aquellas imágenes de su mente.
-Parece un sueño, no sabría si comienza o termina- se dijo aquel ser, pero esta hada no había salido de la pluma de Calderón de la Barca, sino de la mía, así que al menos estamos seguros de que la vida no es sueño, al menos no en este momento, porque el dolor guardado en la memoria de la piel salía justo ahora en todo su esplendor, se sentía, se olía, se distinguía, ese dolor que invade todo, que lo llena todo hasta la memoria y que aunque se pose un instante, ese instante parece durar una eternidad. Y lo dura, eternidades enteras se han pasado durmiendo en ese dolor.
Ahora el dolor había cesado, la eternidad había acabado y el Hada estaba inmóvil, pasiva, esperando que el futuro llegara y con él la luz, esa luz que empezaba a recordar, la que tenía antes de que todo iniciara. Estaba quieta en medio de esa oscuridad, aguardando, aún no descubría qué era lo que aguardaba, solo el instinto de la vigilia la mantenía alerta, qué hacer cuando tus alas se rompieron y el polvo de hadas se acabó. Lo que no se daba cuenta era de que la oscuridad vivía interna, ella no estaba oculta, no se encontraba en ningún refugio, al contrario, era como estar en medio de una plaza desierta, cubierta de luz, tumbada en el suelo blanco y con los ojos apretados para que no entrara ninguna de aquella claridad que la rodeaba, absorta en sí misma y en su mundo pequeño y oscuro, esperando como un niño que jugando a los "encantados" fue atrapado y aguarda a que alguien más se tome la molestia de desencantarlo. Y mientras aguarda todo parece ir más despacio, pero aguardar tiene sus beneficios, porque algo, tarde o temprano, tiene que llegar y si algo saben las hadas es aguardar.

Preámbulo


Tengo varias mascotas aqui en este mi espacio, Hada, Dragoncito y Cuitlahuac, pero creo que merecen más que solo una aparición, merecen explicación del porqué, qué bueno fuera que alguien llegara y te dijera la razón de tu existencia. Pero bien, no sabemos lo que nos depara el destino, lo único que se me ocurre es iniciar esta serie de relatos donde ellos son los protagonistas. Comienzo con Hada, porque siempre hablamos de cuentos de hadas, pero en ellos, las hadas son las que otorgan la felicidad eterna a la princesa y cosas por el estilo, pero, quien hace feliz a las hadas? quien se preocupa por ellas? eso no lo sé. Hada, empiezo contigo guapa.

lunes, 9 de julio de 2007

Desilusión, dulce desilusión


Hola. No pensaba escribirte nunca más, esa frase pensé que por fin aplicaría, pero sin duda este es el final y no hay vuelta atrás, si te escribo es porque hoy se cierra un capítulo de mi vida, y no pretendo tu respuesta, sé que no la hay, solo escribo para estar bien conmigo misma. Creo que no salimos bien librados de todo esto, al menos lo digo por mí, pero te lo dije desde un principio, lo que mal empieza mal acaba, y aunque intenté más de una vez que esto no acabara mal, no lo conseguí, quedamos mal, creo que ambos nos llevamos impresiones negativas de nosotros, al menos yo, no fuiste la persona que creí que eras, aunque me aferré a la idea de creer en ti, de confiar, al final del camino vi que eso nunca fue posible, actuaste mal, te portaste mal conmigo, fui solo un juego para ti, como bien lo dijiste, solo intentabas saciar tu curiosidad de mí, espero que la hayas saciado, en verdad, me quedo con la imagen del mentiroso, del infiel, incluso he llegado a pensar que solo estuviste conmigo para obtener diversión, placer y talvez algo de confianza y autoestima por pensar en que eras un súper hombre que podía tener dos mujeres, no lo sé, pero ya qué más da; también tengo presente que de esto no solo quedó dañada tu imagen sino también la mía, sé que actué mal, sé que no pensé en las consecuencias, no fui honesta, me presté al juego a pesar de que siempre supe que estábamos jugando con fuego, sé que no se debe tratar de alcanzar un objetivo (en mi caso, tú) sin mirar a los demás y pisoteando al mundo entero solo por alcanzarlo, eso a la larga se me regresará y con creces y te confieso que algo de todo esto fue impulsado por un sentimiento de capricho, de querer retenerte y de lograr el objetivo a como diera lugar, también fui mentirosa, porque eso de no decir las cosas y ocultarlas se cataloga como mentira, me importó poco todos los valores que me enseñaron en casa y después de esto solo me queda alzar la frente y asumir las consecuencias de mis actos, sean las que sean. Sé que también hubo cosas buenas, sino qué caso hubiera tenido todo este embrollo, solo que las cosas negativas siempre brillan con mucha mayor intensidad de la que todo lo bueno pudiera reunir. Pero a pesar de todo tengo palabra, y te repito, para tu tranquilidad, lo que tantas veces te dije, voy a respetar tu elección, muchas veces te dije que intentaras ser feliz con quien lo quisieras, y si ya decidiste, por mi parte no me queda más que decir adiós, las cosas a la fuerza no resultan ni resultarán nunca. Por eso es que me preocupa tanto aclarar nuestros asuntos financieros lo antes posible, así ya no tendremos que ver el uno con el otro más que en los recuerdos, además debo confesarte cierta desconfianza de mi parte para la forma en como resuelves tus finanzas, y como ahora paso a ser materia únicamente de ese tema, pues no tendrías por qué actuar diferente conmigo que con tus demás acreedores y conozco de sobra cómo les va, así que no me culpes por tener desconfianza y tratar de asegurar esa parte de mi patrimonio. Lo que más lamento de todo esto es el cómo acabó, nunca pensé que durara, no teníamos cimientos, pero también nunca creí que acabara así, de esta manera tan tosca y agresiva de tu parte, creí, una vez más, que al menos tendrías el valor de decirme las cosas y decirme adiós, pero de nuevo me equivoqué así que tengo que suponer todo, que es lo obvio, me dejas sacar mis propias conclusiones y pues no creo haber merecido tal trato, como si fuera yo la mala de la historia (y es que ambos lo somos), como si fuera la bruja que pretendiera alejarte del buen camino y cualquier palabra mía hacia ti pudiera destruir tu hermoso futuro, no soy un ogro, ¿no lograste conocerme aunque sea un poco? eso también lo lamento, lamento que nunca pudieras tomar libremente la confianza que deposité en ti, confianza que incluso hubiera soportado este tipo de confesiones de tu parte, la de decirme adiós claro está. Pero en fin, lo hecho, hecho está, y cada quien toma su rumbo, el que mejor le pinta, por mi parte trataré de no guardarte rencor, aquí acaba todo, y salvo por las ocasiones en que tendremos que arreglar los asuntos financieros, no queda nada más que decir del tema, una ultima petición sería, como ya lo he hecho antes, que nuestras palabras queden entre nosotros, sé que gustas de compartir correos, como aquel que me reenviaste una vez acerca de una princesa, lo recuerdas? pero si algo caracterizó a la nada que tuvimos, fue eso, que fue de nosotros y solo para nosotros y su final prefiero que siga siendo igual, una historia enterrada en dos memorias, la tuya y la mía. No te deseo ni buena ni mala suerte, porque esas no existen, las creamos nosotros mismos, sé que me olvidarás pronto y espero hacer lo mismo pero si alguna vez quieres recordar no voy a borrar nada de lo que escribí en mi blog, incluida esta nota final, cuídate y adiós.

miércoles, 4 de julio de 2007

Un camino con corazón


Tomado del libro "Las enseñanzas de Don Juan" de Carlos Castaneda, páginas 149,150.
-¿Cómo? ¿Hay alguna manera de evitar el dolor?
-Sí, hay una manera.
-¿Es una fórmula, o un procedimiento o qué?
-Es una manera de agarrarse a las cosas. Por ejemplo, cuando yo estaba aprendiendo sobre la yerba del diablo, era demasiado ansioso. Me agarraba a las cosas de la misma manera que los niños agarran los dulces. La yerba del diablo es sólo un camino entre cantidades de caminos. Cualquier cosa es un camino entre cantidades de caminos. Por eso debes tener siempre presente que un camino es sólo un camino; si sientes que no deberías seguirlo, no debes seguir en él bajo ninguna condición. Para tener esa claridad debes llevar una vida disciplinada. Sólo entonces sabrás que un camino es nada más que un camino, y no hay afrenta, ni para ti ni para otros, en dejarlo si eso es lo que tu corazón te dice. Pero tu decisión de seguir en el camino o de dejarlo debe estar libre de miedo y de ambición. Te prevengo. Mira cada camino de cerca y con intención. Pruébalo tantas veces como consideres necesario. Luego hazte a ti mismo, y a ti solo, una pregunta. Es una pregunta que sólo se hace un hombre muy viejo. Mi benefactor me habló de ella una vez cuando yo era joven, y mi sangre era demasiado vigorosa para que yo la entendiera. Ahora si la entiendo. Te diré cual es: ¿tiene corazón este camino? Todos los caminos son lo mismo: no llevan a ninguna parte. Son caminos que van por el matorral. Puedo decir que en mi propia vida he recorrido caminos largos, largos, pero no estoy en ninguna parte. Ahora tiene sentido la pregunta de mi benefactor. ¿Tiene corazón este camino? Si tiene, el camino es bueno; si no, de nada sirve. Ningún camino lleva a ninguna parte, pero uno tiene corazón y el otro no. Uno hace gozoso el viaje; mientras lo sigas eres uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hace fuerte, el otro te debilita.


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