Considero un buen momento para aclarar que este, mi primer hijo Blog, nació con la intención de ser un espacio de libre deliberación de la mente (mi mente, o tu mente si quieres opinar, seas quien seas que estés leyendo **bienvenido**) donde nada pase por un filtro previo, todo tal cual se manifiesta en nuestro lindo cerebrito sale aquí, por eso es probable encontrar contradicciones, porque cuando uno piensa de primera mano interviene mucho el momento, el sentir, el día previo, el ánimo, la hora, sentimientos como enojo, amor, tristeza, coraje, etc. Asi que de ningún modo pretende ser campaña de desprestigio contra panditas, no. Tampoco pretendo bajar ánimos, destruir autoestimas (que con eso nosotros solitos podemos, o no?), herir susceptibilidades ni nada que se le parezca, solo escribo lo que siento, trato de reflejar mi estado anímico, tan real como me sea posible. Y es cierto que este espacio nació con un propósito, es cierto que mi Pandita tiene un nombre, es cierto que solo he enlistado lo malo y lo triste, pero es cierto también que si decidí empezar a escribir con él como destinatario era (y es) con la intención de olvidarlo, de sacar todo lo malo para convencerme de que es mejor olvidarlo, así que si me pusiera a enlistar virtudes pues mal negocio sería porque capaz que en una de esas me convence uno de mis escritos y no es el objetivo. Lamento malinterpretaciones, pero algo tengo que agradecerle a mi Pandita y es precisamente ser el motor para la creación de este espacio que no quiero dejar jamás, me encanta mi Blog. He dicho.