Hoy me siento sexy, traigo tacones altos, más o menos del 11. Ese comercial del Palacio de Hierro (creo) no estaba tan equivocado en su temática: un par de tacones te acercan al cielo (o algo así). Sí, sí, es superficial pero funciona, sufres todo el dia, caminas más despacio, puedes destrozarte los pies y la columna pero no hay como un par de tacones altos para sentirse bien.

Me recuerda a un capítulo de "That 70's show" en que la mamá de Jackie le dice a Donna cuando la dejan plantada en el altar que tenía la solución para que no estuviera triste y entonces le da su Gloss y le dice: nadie con este color y brillo en los labios se puede sentir triste. Es misógino, sí, pero también el maquillaje ayuda, no tanto como zapatos altos o ropa nueva, pero sí ayuda.

Además el uniforme también contribuye, a mi costurera se le safó un alfiler antes de ajustar mi pantalón así que le calculó ella misma pero quedó algo ajustado. El lunes creo, después del trabajo pasé al banco, de regresó caminé hasta mi casa (cosa rara que solo hago ahorita que mi coche sigue enfermo) y pues atravesé todo el centro disfrazada de oficinista, debo decir que la cuota de miradas y murmullos de esos que parecen que están llamando a un gato o friendo algo aumentó considerablemente. Así son los hombres, les gusta la ropa de mujer más que la mujer en sí

Ya, me voy a poner a trabajar.