lunes, 1 de junio de 2009

Elemento engordador. Día Cero.

Hace unos meses, en febrero, decidí ponerme a dieta. Pesa decir que ahora peso tres kilos más que en esos entonces por lo que he decidido volver a intentarlo con una nueva y probada dieta.

La vez pasada me inventé, cual nutrióloga patito, la dieta a seguir. Bien, no funcionó, ahora entraré a la faceta de prueba cuanta ridícula dieta llegue a tus oídos.

A lo mejor hay quien diga que es típico de las mujeres matarse y hacer dieta, que no sirven, que la vanidad, que pinches traumadas, anoréxicas que solo les interesa la apariencia y pues sí, a lo mejor tengan razón pero ps no me importa, igual trataré de llevar la dieta.

Solo espero no acabar como esa tipa de un correo cadena que después de su dieta acababa casi casi en una relación amorosa con un pollo rostizado imaginario. Veremos qué tan cuerda estoy de aquí al domingo.

Dieta de la sopa quema grasa.

Es una maravillosa dieta que ps básicamente consiste en comer pura sopa toda la bendita semana, una amiga la probó y bajó cuatro quilotes y yo lo vi con estos ojitos que ha de quemar el incinerador cuando me muera.

Ayer domingo me fui de compras, me llevé a mi madre porque como toda buena mujer del siglo XXI soy incapaz de escoger verduras en buen estado. Qué baratas son las verduras, por Dios que sí. Y luego ahí me tienen como loca picando toda la noche, lo qué mas sufrí fueron las cebollas. Lloré, remilgué, maldije, me salí a que me diera el aire, me puse lentes, me los quité, vi feo a mi hermano por reírse de mi, piqué, piqué y piqué incluso con los ojos cerrados y por fin terminé con los ojos rojos, llorosos, la casa entera oliendo a cebolla y el olor tatuado en mis manos. Todavía huelo a cebolla y huelo más que ayer porque hoy en la mañana que me bañé siento que esparcí el olor en todo mi lindo cuerpo. Ya me eché jabón, shampoo, crema, desmaquillante, desodorante, gel refrescante y matizante, mas shampoo, gel antibacterial, crema para peinar, perfume, alcohol y nada, siguen oliendo a cebolla. Auxilio.

Para cocinar la sopa también me tuvieron que ayudar porque bueno, no necesito decirlo, tampoco sé cocinar. Acabé bien noche, dos cacerolas llenas de sopa que serán mi alimento por el resto de la semana, qué martirio. Al final, cuando estaban las dos cacerolas terminadas y olía todo a cebolla y apio, mi mamá me preguntó - Oye, y para qué hiciste desde ahorita las dos cacerolas?

Apenas va un día y mi sufrimiento ha empezado, extraño el desayuno con chocomil, panecito, luego llegar acá a la oficina y el cafecito con crema y azúcar, las galletas, las papitas, el refresco y demás artículos deliciosos ya que poseen el elemento engordador en vastas cantidades y es bien sabido de todos que el elemento engordador es lo más rico en este mundo.

Ahorita se me ocurrió, para ayudar con la dieta, ponerme una estúpida faja la cual me tiene mareada por la poca oxigenación que logro recaudar, traigo el elástico marcado un poco más arriba de la cintura lo que posiblemente me traiga problemas cardiacos o respiratorios ya que comprime varias partes vitales, la espalda también sufre, entre otros órganos. Creo que me la quitaré.

También traigo los acompañamientos de la sopa, hoy toca sopa y fruta, he comido todo el día melón, se supone que es de desayuno pero ps no, no llena y ya casi me acabo todo lo que traje y sufro y quiero una galleta y tal vez eso contribuya a mis mareos, la falta de glucosa me afecta y ustedes dirán, el melón tiene glucosa, sí, pero estoy acostumbrada a consumir en cantidades industriales y extraño la azúcar.

Todo se acompaña por una rica agua de jamaica con limón, inventos de mi madre quesque para ayudar a la dieta, solo que no tiene azúcar y por eso sufro un poquito más. Esperemos que al final de la semana tanta desdicha traiga un final feliz.

Por lo pronto, el día cero comenzó en domingo, con la preparación de la sopa quema grasas.
Peso: x
Cintura: y

1 comentarios bien escritos:

Karkarkarrr dijo...

Ando merodeando tu blog. Me gusta :)

Ahí me avisas si tu dieta sirvió -espero que sí-

¡Saludos!