miércoles, 28 de enero de 2009

Buena mañana tenga febrero

En el lapso de mi vida bloggera en la que más he escrito me encontraba yo sumida en una profunda depresión que los emos envidiarían. Me deprimí, vomite literariamente mi sufrir y mi estómago pagó las consecuencias. Me volví anoréxica involuntaria, no me daba hambre, así de simple, ahora sé lo que es vivir la anorexia sin padecerla realmente. No me daba hambre pero me auto-obligaba a comer, el sándwich del desayuno me lo pasaba a empujones, comía y me esforzaba por acabarme lo del plato, trataba de tomar aunque fuera un vaso de leche como cena. Nada más porque tenía que comer pero perfectamente hubiera vivido en estado famélico. Las consecuencias se notaron, adelgacé, mi ropa me quedaba aguada y me gané una señorona gastritis de aquellas que ni les cuento. Dentro de mi nubecita negra-emo del terror había algo que me hacia feliz, descubrí que no era yo de las del tipo que se deprimen y se convierten en autenticas vacas gordas y chochas, hasta eso, la depre me sentaba bien, no me veía demacrada y la cara se me veía estética y afilada (léase me bajó el cachete).

Mi depresión pasó y el hambre volvió. Hambre atrasada. Peligro. Subí a mi peso habitual y ya, ahí la llevaba yo. Oh vida que das vuelta, no me podía quedar así en estado semi-perfecto, nooo. Las cosas tenían que cambiar.

A finales del 2008 empecé una fase como de mmm hastío, sí, es la palabra, me choqué, andaba harta de todo, bueno ando. Ese hastío provoca ansiedad, la ansiedad se calma comiendo, consecuencia subí de peso rapidísimo, como espumita de leche en la estufa. Una amiga me dijo que no le haga al cuento, quesque qué es eso de hastío, que lo que tengo es depresión, -noo –le dije –es hastío, con la depresión dejo de comer. – naa, es otro tipo de depresión peero depresión al fin –me contestó la muy ingrata. Y bueno, entre que son peras o son manzanas estoy bastante chubby por lo que inauguraré la maravillosa dieta de:

Buena mañana tenga febrero

Sí, a partir de febrero este blog y una servidora estarán a dieta, prohibido: dulces, chocolates, papas, chicharrones, refresco y pan. ¿Qué por qué estos alimentos? Ps porque son los que mas trago y los culpables de que este gordis. En orden de adicción están:

  1. Refresco. La coca cola tiene droga, se los juro, SE LOS JURO, ahhh muero y sufro síndrome de abstinencia cada que intento dejarla. Ahh, ya sufro.
  2. Dulces. Dulce lo que sea, lo que sea deveritas, parezco hormiga, de estos no me despegaré tanto, por cuestiones hipoglucémicas me comeré de vez en cuando un caramelo, nada elaborado, como dice el doc, caramelo de ese que es transparentito.
  3. Chocolate. Soy una adicta, siento tristecita y quiero un chocolate, me siento feliz y quiero un chocolate, no siento nada y quiero chocolate, tengo ganitas y quiero chocolate. Pero bueno, no habrá problema, yo no compraré chocolate, nadie me regala chocolate, a nadie se le pierde un chocolate. Fingiré que está prohibida su comercialización, será difícil a pleno febrero pero lo lograré.
  4. Papas, chicharrones y anexos. Estos puedo prescindir, me gustan, me los como, pero puedo vivir sin ellos, eso digo.
  5. Pan. No soy adicta al pan, mucho tiempo mi mamá dejo de comprarlo porque mi hermano sí lo era y debía bajar de peso, eso de atragantarme de pan es reciente, últimamente con la ansiedad me como básicamente todo lo que me encuentre.

El nombre de la dieta es un autoengaño para hacerte creer que estas bien si comer tu elemento engordador favorito. Así de sí, sí, soy feliz, que bonita mañana, ahhh los pajaritos cantan y las nubes se levantan, ahí que bonita botella de agua bonafón que voy a ir a rellenar con el agua de garrafón Xallapan que ponen en la Planta pa que tengamos agüita que tomar, si, si, que bonito tu, que bonito yo, que bonito todo.

Pero esta dieta empieza hasta el domingo 1ro de febrero, lo que significa que tengo miércoles, jueves, viernes y sábado para atragantarme, tengo dos bolsas de palomitas esperando por mi y creo que todavía hay helado en el congelador, ah, que rico cenar y luego el cafecito con pan, que bonita es la gula, voy a comprarme chocolates ahorita que puedo y me los comeré antes de que venga febrero. Sí, si, todavía tengo bastones de dulce que me sobraron de los que regalé en navidad y tengo antojo de un hot-dog de los que venden en el parque, mmm ya. Es todo.


. MaRISoL .

1 comentarios bien escritos:

Al6665 dijo...

Yo baje nosecuantas tallas, nunca me ha preocupado el peso ni nada, pero el descenso del hambre es tremendo, pero eso no me preocupo, ni el rebote, ni la panza que crece exponencialmente, lo verdaderamente terrible fue el insomnio, la ya de por si crónica alteración del sueño, ahorma mismo debería estar dormido, debería de estar contento, pero bueno, aquí me ves con mas de 35 horas de no dormir buscando pretextos para alimentar la depresión.