jueves, 24 de enero de 2008

Economía



La economía, ¿macro?, ¿micro? ¿nacional?, ¿internacional?... na, hay buenos economistas en este planeta, no intentaré hacerles competencia...

¿monedas... tesoros... piratas... usureros... los del banco...? ellos saben de monedas, yo no, a lo mucho se gastarlas y ya...

De chica tenía un cochinito rosa como alcancía, en esos tiempos hubiera sido más fácil llenarlo, las monedas eran grandotototas. Mi papá me daba, en aquel entonces $100 para ir al kinder y le pedía que fueran mejor en dos monedas de aquellas color plata de a 50 centavitos... mis amigas solo llevaban una moneda de esas y yo dos. Wow, era la rica del kinder jejejeje.

Luego, cuando íbamos a entrar a la era de los "nuevos pesos" traté de hacer mi colección, guardé una de cada una de las monedas de "antiguos pesos". Alguien las encontró, supongo, porque desaparecieron.

Entonces decidí guardar monedas que no se pudieran usar en este glorioso país, ya que ni en mi casa podía tener un pequeño botín escondido, asi llegué a tener una moneda del Perú, una de Japón, muchas de EUA (que en realidad nunca me gustaron), un billete de Suecia. Desaparecieron.

En la Prepa viajaba en autobús, tres diarios, uno hacia Xalapa, otro de la prepa a la terminal de autobuses y uno hacia mi ciudad de origen (de Xalapa a la escuela me iba en taxi, soy muy impuntual). Viajaba con dos amigos, con una de ellos jugaba a ver quien pagaba con más monedas (espíritu fregativo en contra del cobrador) asi que un día se nos ocurrió pagar todos con la mayor cantidad de monedas posibles, tardamos como una semana en que los tres juntáramos las moneditas plateadas de a 10 centavos. Decidimos hacerlo solo en el trayecto de regreso, aún recuerdo la cara del conductor cuando al extender su manita mi amiga la llenó de monedas, luego cuando yo pagué, la que puso con mi amigo ya no la vi, demasiada risa como para voltear a verlo.

En su viaje a Chile, hace unos tres o cuatro años, mi papá me trajo de regalo, entre otras cosas, una alcancia tubular con el dibujo de un billete de aquel país. Inspirada por aquel bello gesto e interpretándolo como una señal divina empecé la grandiosa tarea de llenarlo, "no gastar hasta que esté lleno" era mi lema, todos mis cambiecitos iban a para ahí (en la alcancía) ... el nivel en vez de aumentar iba disminuyendo, decidí dejar una nota dentro del bote que decía más o menos: "eres un ladrón, debería darte pena robar a tu familia". Creo que no sentía pena. Dejé de llenar la alcancía.

En conclusión: ahorrar monedas no es lo mío, sin embargo si algún día el destino me tienta con otra "super" idea para hacerlo, seguramente lo haré.

Nota: véase resaltado mi esfuerzo sobrehumano de escribir con acentos.

*****************************************************

¿Más? : ♥ ♥ ♥ DaveOrizschnaJennyJuan CarlosShaxaVictoriaAditzelAnetauchAlonsoItakaLuna mujer Mextli EfraNatita ♥ ♥ ♥

7 comentarios bien escritos:

Anónimo dijo...

Yo nunca fui capaz de ahorrar ni una monedita, ahora ando ahorrando nombres

c324r dijo...

No hablemos de economía, porque ando en la vil chilla.

Superblog.

Tu Gitana dijo...

anónimo: jajaja, me hiciste reir... que ahorrador.

julio c324r: por eso tampoco hablo de economía... grax! bienvenido

Al6665 dijo...

A mi nunca se me dio eso de ahorrar, ni siquiera recuerdo que haya tenido alcancías.

Saludos!!

Tu Gitana dijo...

alonso: ahora sabemos qué regalarte en navidad!!! saludos.

Victoria Alonso dijo...

Me gustó este post: hacer una crónica y al mismo tiempo cronología de tus intentos de juntar monedas.
Yo también tuve un cochinito rosa, de plástico. Nunca lo pude llenar, siempre estaba ahí, listo para que dispusiera yo de su contenido. ¡Ah! qué buenos recuerdos me trajo tu post. Y también sonrisas.
Gracias.
Te mando un abrazo

Tu Gitana dijo...

Victoria: ya somos dos con cochinitos rosas vacios... saludos!!!