Desde siempre guardé todas y cada una de tus letras, pocas veces las volví a leer pero ahí estaban como muestra palpable y sobrestimada de tus sentimientos hacia mí. Ahí estabas tu, en cada linea, en cada como estaba tu sonrisa, ante toda pelea borré lo escrito por mi, nunca, en verdad nunca, tuve el valor de borrar la carpeta con tu nombre, la que guardaba tus palabras.

Los dos lo sabíamos, tu mejor que yo, que este final sería sin retorno, estábamos en nuestra última etapa, última oportunidad de vivirnos. Lo que teníamos no sobrevivió, fue arrancado de la misma manera cruel y tajante de la vez pasada a pesar de que supliqué que esta vez no queria que fuera de ese modo. Pocas veces se tiene la oportunidad de repetir y reivindicar nuestros errores, tu la tuviste e hiciste exactamente lo mismo, supongo que para ti está bien esa manera, supongo que la unica a la que le pareció desleal fue a mi.

Mi recuerdo se borrará facil de tu memoria, me duele el orgullo pensar que soy solo una brisa fragil en tu vida, me entristece profundamente. Ahora el dolor es diferente, no arde, no corta como la vez pasada pero esta ahi, latente, inquisitivo, dominante, esta ahi y ya desempacó, deberia enloquecer y así olvidarlo todo, morder esa manzana que aun no encuentro, o de plano meterme un porblema más grande que acapare todo mi cerebro.

Hoy borré tu carpeta.

Extraño mirar tu nombre en mi buzón.

Te extraño desde ya.