domingo, 29 de junio de 2008

Test de Trastorno de Personalidad

TrastornoGrado
ParanoideALTO
EsquizoideMODERADO
EsquizotipicoMODERADO
HistrionicoBAJO
AntisocialBAJO
NarcisistaMODERADO
LimiteMODERADO
ObsesivoMODERADO
DependienteBAJO
EvitadorALTO

Test de personalidad


Información:


Trastorno de personalidad paranoide: Las personas con personalidad paranoide proyectan su propio conflicto y hostilidad hacia los otros. En general son frías y distantes. Encuentran intenciones hostiles y malévolas detrás de actos triviales, inocentes o incluso positivos y reaccionan con suspicacia a los cambios. Frecuentemente, las suspicacias conducen a conductas agresivas o al rechazo por parte de los demás (justificando asi sus sentimientos originales).

Trastorno de personalidad esquizoide: Las personas con trastorno de personalidad esquizoide son introvertidas, ausentes y solitarias. Parecen frías y distantes. Con frecuencia están absortas en sus propios pensamientos y sentimientos y temen la aproximación y la intimidad con otras personas. Poco habladoras, sueñan despiertas y prefieren la especulación teórica a la acción. La fantasía es un modo frecuente de enfrentarse a la realidad.

Trastorno de personalidad esquizotípica: Las personas con una personalidad esquizotípica, se encuentran emocional y socialmente aisladas; desarrollan pensamientos, percepciones y comunicaciones extrañas. Algunas personas muestran signos de pensamiento mágico (la idea de que una acción particular puede controlar algo que no tiene ninguna relación con esto).

Trastorno de personalidad histriónica: Las personas con personalidad histriónica o histérica buscan llamar la atención y se comportan de modo teatral. Su modo de ser tiene como resultado el establecer relaciones personales con facilidad, pero de modo superficial. Las emociones a menudo son exageradas, infantiles e ideadas para provocar simpatía o atención de los otros. Las personas con personalidad histriónica son proclives a los comportamientos sexualmente provocativos o a sexualizar las relaciones que no son sexuales. Algunas personas de personalidad histriónica también son hipocondríacas y exageran sus problemas físicos para llamar la atencion.

Trastorno de personalidad narcisista: Las personas de personalidad narcisista tienen un sentido de superioridad y una creencia exagerada en su propia importancia. La persona con este tipo de trastorno de personalidad puede ser exageradamente sensible a los fracasos, a la derrota o a la crítica y, cuando se la enfrenta a un fracaso para comprobar la alta opinión de sí mismos, se ponen fácilmente rabiosos o deprimidos. Como creen que son superiores a los demás, esperan ser admirados y, con frecuencia, sospechan que los envidian. Su comportamiento es a menudo ofensivo para otros, que les encuentran arrogantes o mezquinos.

Trastorno de personalidad antisocial: Las personas con personalidad antisocial, la mayor parte de las cuales son hombres, muestran insensibilidad por los derechos y sentimientos ajenos. Explotan a otros para obtener beneficios. Característicamente, tales personas expresan sus conflictos de un modo impulsivo e irresponsable. Toleran mal la frustración y, a veces, son hostiles o violentos. No sienten remordimientos o culpabilidad. Sus relaciones están llenas de deshonestidad y de engaño. Las personas con personalidad antisocial tienen tendencia al alcoholismo, a la toxicomanía, a las desviaciones sexuales, a la promiscuidad y a ser encarceladas. Son propensas a fracasar en el trabajo y a trasladarse de un sitio para otro.

Trastorno de personalidad límite: Las personas con una personalidad límite, mayormente mujeres, son inestables en la percepción de su propia imagen, en su humor, en su comportamiento y en sus relaciones personales (a menudo tormentosas e intensas). Estas personas han sido a menudo privadas de los cuidados necesarios durante la niñez. Consecuentemente se sienten vacías, furiosas y merecedoras de cuidados. Si se sienten abandonadas y solas pueden llegar a preguntarse si realmente existen (esto es, no se sienten reales). A veces pierden de tal modo el contacto con la realidad que tienen episodios breves de pensamiento psicótico, paranoia y alucinaciones. Tienden a visitar con frecuencia al médico por crisis repetidas o quejas difusas pero no cumplen con las recomendaciones del tratamiento.

Trastorno de personalidad evitadora: La gente con una personalidad evitadora es muy sensible al rechazo y teme comenzar relaciones o alguna cosa nueva por la posibilidad de rechazo o de decepción. Estas personas tienen un fuerte deseo de recibir afecto y de ser aceptadas. Sufren mucho por su aislamiento y su falta de habilidad para relacionarse cómodamente con los demas. Al contrario de aquellas con una personalidad límite, las personas con un trastorno de personalidad evitadora no responden con cólera al rechazo; en lugar de eso, se presentan tímidas y retraídas. El trastorno de personalidad evitadora se parece mucho a la fobia social.

Trastorno de personalidad dependiente: Las personas con una personalidad dependiente transfieren las decisiones importantes y las responsabilidades a los demas y permiten que las necesidades de aquellos de quienes dependen se antepongan a sus necesidades propias. No tienen confianza en sí mismas y manifiestan una intensa inseguridad. A menudo se quejan de que no pueden tomar decisiones y de que no saben qué hacer o cómo hacerlo. No les gusta expresar opiniones, aunque las tengan, porque temen ofender a la gente que necesitan.

Trastorno de personalidad obsesivo compulsiva: Las personas de personalidad obsesivo compulsiva son formales, confiables, ordenadas y metódicas, pero a menudo no se adaptan a los cambios. Son cautos y analizan todos los aspectos de un problema, lo que dificulta tomar decisiones. Los individuos con un trastorno de personalidad obsesivo compulsiva toman sus responsabilidades con tanta seriedad que no soportan los errores y prestan tanta atención a los detalles que no completan sus tareas. Sus responsabilidades les crean ansiedad y raramente encuentran satisfacción en sus logros. Estas personas son frecuentemente grandes personalidades, en especial en las ciencias y otros campos intelectuales en donde el orden y la atención a los detalles es fundamental. Sin embargo, pueden sentirse desligadas de sus sentimientos e incómodas con sus relaciones u otras situaciones que no controlan, con lo impredecible o cuando deben confiar en otros.

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