lunes, 12 de noviembre de 2007
La imagen que aparece en la parte posterior es la original que tenía este blog, antes de la maravillosa idea que tuve en mis cinco minutos de alegría en exceso un día ya hace uno o quizá dos meses. La anterior, la puse en un intento por renovar todo lo relacionado a aquella persona que me hizo abrir este espacio, concepto absurdo porque el mismo está lleno de su presencia y solo un "rabo de nube" y un "aguacero en venganza", los dos juntos, podrían borrar o al menos girar un poco el sentido de este blog.
Así que en mis intentos de auto represión cambié todo lo original, incluido el diseño de la pagina, así si antes era blanca, ahora era rosa, si antes salía una caricatura japonesa, ahora salía yo, si antes escribía a montones, ahora ya no lo hacia, etc., etc., y no solo cambié el blog, cambié mi lugar de estacionamiento, la forma de hacerlo, el lugar donde comía, el lado donde me quedaba en la facultad, vendí mi coche (bua, bua), bajé de peso, cambié la apariencia de mi escritorio en la oficina, tiré un montón de cosas, hasta el salvapantallas lo cambié, el método de trabajo, me deshice de nuestra caja organizadora, ya no como gansitos, me cambié el corte del cabello, me pegué uñas de acrílico (cosa realmente absurda que hace que la gente repare mas en ti, ahora son parte de mi experimento sociológico), ayer casi rompo la blusa que traía el último día que hablamos como gente decente, una que use un trágico viernes... y así cambie un montón de nimiedades superfluas... y creí que estaba funcionando... por un tiempo se me fueron las ganas de escribirte... pero no.
A pesar de mis esfuerzos sobrehumanos y algo absurdos debo admitir, a pesar de que tenga la voluntad y toda la intención que cabe en mí, lo que está a mi alrededor, lo que no puedo controlar me lleva a tu recuerdo: ¿has sabido de el? No, les contesto; ¿te ha llamado? no! les respondo; ayer fui a su taller, y a mi que? Pienso…. Y luego llego al trabajo y veo tu coche estacionado, y mi jefe ha tomado la sección de oratoria dedicada a ti en sus ratos libre, y luego hablo con tu cuñada… y con tu hermano… y se viene el cumpleaños de tu nena, y me encuentro el recuerdo de bautizo que me acompañaste a escoger y entonces, cuando empiezo a creerme toda una paranoica exagerada y a dejar de creer que el mundo está en contra mía, te apareces, te miro, yo ni respiro…tu te cubres con tu brazo, pero lo cierto es que si no querías que te viera qué demonios hacías a las 8:30 de la mañana de regreso de la planta, justo cuando yo voy llegando a ella.
Así que me digo, ya, basta, chole con la auto terapia y esas tonterías, aunque me amargue, ya no me voy a reprimir, ya no me voy a esforzar por olvidarte, voy a volver a escribir, y vuelve el banner original, el que nació pensando en ti.
Etiquetitas: Generalidades, meditando, pandita
2 comentarios bien escritos:
que terrible es cuando la gente te pregunta por algo que quieres olvidar, no? bua un bechote
jen: si que lo es
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