viernes, 18 de septiembre de 2009

(influencias: dolor, voz de Luismi, la tarde sin lluvia)

1. Él está feliz, emocionado, apago su monitor y suspira. Las ultimas llamadas, los últimos arreglos. Todo está listo, todo lo que puede esperar lo esperará. Apaga la impresora, acomoda dos hojas del desorden que es su escritorio, camina hacia la puerta, mira hacia atrás, nada falta. Apaga la luz y cierra con una sonrisa.

1 bis. Ella cierra la ventana del messenger, busca entre sus papeles más trabajo, escribe frenéticamente, entretenerse es una buena idea. No pensar, trabajar, cambia la canción en turno, abre de nuevo la pantalla del messenger y lo bloquea. Suspira y ahoga una lágrima, cierra de nuevo la ventana del messenger.

2. Él camina hacia su casa, el viento le rosa la piel, el clima le favorece. El sol, el sol lo ilumina, no hay indicios de lluvia, el destino está a su favor. De nuevo sonríe, solo piensa en su futuro inmediato, solo eso lo inunda. Al llegar a la puerta de su casa pasa sin reparar en el perro, entra ensimismado y solo despierta para recordar que tiene que llamarla, los últimos detalles, las últimas confirmaciones.

2 bis. Ella sigue trabajando, se pregunta si pensará en ella o si habrá decidido bloquearla para disfrutar mejor la vida. Es lo más seguro, para qué se amargaría con nimiedades, total, todo le es soportado. Abre otro messenger, el espía. Su rival no está conectada, seguro que ya se fue a reunir con él, las ansias de escribirle un correo a esa la invaden. Se traga sus ganas y vuelve a suprimir las lágrimas. Suspira, el cansancio de vida la invade.

3. él la ha llamado, se dirige a preparar sus cosas personales, lo que hay que llevar, el dinero que ahorro para esa especial ocasión, la que sí vale la pena. Vuelve a suspirar, se apresura porque ha quedado de recoger a su novia para emprender el viaje.

3 bis. Ella sigue sentada frente al monitor, la amargura se refleja en su rostro, en su aura, decide que está cansada, cansada de todo, se pregunta si merece lo que tiene. Seguro que si, ella lo escogió.

4. Él come presuroso, no demasiado para no incomodarse en el viaje. Asegura la casa, revisa las luces, toma las llaves del coche, sale sin despedirse del perro, sale pensando en ella, en su acompañante y en lo bien que la va a pasar.

4 bis. Ella come lento, el tiempo es lento, la comida no sabe, la plática es insulsa y no presta atención. Por fuera sonríe, no quiere preguntas incómodas, no quiere que le adivinen el rostro. Come en silencio, come despacio mientras la aniquila el tiempo. Su compañero la toma de la mano, juega entre sus dedos y ella lo siente, sientes sus manos y solo piensa en las manos que no está tomando, en las manos que no están para ella. Ella agradece esa mano aunque sea prestada y no la requerida. Ella quiere llorar pero lo vuelve a reprimir.

5. Él maneja hasta la casa de ella, se baja para recibirla en la puerta, le da un beso, la toma de la mano, carga su bolso y la lleva hacia el auto, le abre la puerta y le ayuda a subir, le da el bolso, se sube a su coche, la mira, sonríe, vuelve a besarla. En el camino la toma de la pierna, platica de todo, sonríe, le expresa sus emociones y el camino se vuelve mas corto a su lado. Pronto estará en el concierto de su vida con la mujer de su vida. No recuerda a nadie más.

5 bis. Ella escribe estas lineas, ha decidido que no quiere esperar más lo imposible, cree que ya se esforzó lo suficiente por obtener lo que quizo y no lo logró. Ella sabe que le espera un fin de semana infeliz, como los últimos dos que ha tenido. Ella sabe que nadie piensa en ella, ella entristece porque debe darse cuenta de que ella no va en esa camioneta, no es de ella ese lugar.

SOLEDAD
Jorge Drexler


Soledad,
Aquí están mis credenciales,
Vengo llamando a tu puerta
Desde hace un tiempo,
Creo que pasaremos juntos temporales,
Propongo que tú y yo nos vayamos conociendo.

Aquí estoy,
Te traigo mis cicatrices,
Palabras sobre papel pentagramado,
No te fijes mucho en lo que dicen,
Me encontrarás
En cada cosa que he callado.

Ya pasó,
Ya he dejado que se empañe
La ilusión de que vivir es indoloro.
Que raro que seas tú
Quien me acompañe, soledad,
A mi que nunca supe bien
Cómo estar solo.

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Realmente no te interesan mis sentimientos, no te interesan mis gustos, no te importa desilusionarme y ni siquiera te pesa fallarme sin avisar, entonces dime tú ¿por qué me tengo que interesar en lo tuyo? Debería ser mas como tu, solo interesarme en mi, en nada más, al cabo que no estamos juntos, yo sigo sola.

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Creo que me estafaron, ya que no fui al concierto de Silvio decidí vender mis boletos, no por el dinero, no me sobra pero la verdad me da igual tener la bolsa llena o vacía, lo hice para no verlos, para no sufrir, para evitar prácticas masoquistas. Desde que envié los boletos no he sabido nada de nada. Ya le escribí a la persona, le mande mensaje, le hablé por el messenger y no responde así que creo que no piensa hacer nada y creo que yo tampoco, estas letras son similares a la imagen de este post, la intención es la misma, no es cobrar sino desearte lo mismo multiplicado. Mis mas sinceros deseos para ti mi querido comprador.

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¿Por qué este blog no tiene nombre ni apellido? Es mi más íntimo amigo y quien me deja quejarme a pierna suelta, que esta ahí siempre para mi y yo soy su razón de vivir. Deberías tener nombre y apellido e invitarme al cine o un café. Me siento patética el día de hoy.

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jueves, 10 de septiembre de 2009

El cerro se está cayendo...

No es noticia que al país le ha llovido bonito. Todos lo saben y lo sienten, aquí en Veracruz la distribución es 40% suelo y 60% aguas así que se supone que estamos acostumbrados a los torrenciales y por eso nunca pasa nada digno de salir en el noticiero. No somo como otros lugares diseñados para la urbe y no para la lluvia que con tantito se inundan y salen un montón de danmificados y denuncias a los gobiernos por sus pésimas atenciones y por conceder permisos de construcción a diestra y siniestra sin tomar en cuenta las condiciones básicas de seguridad.

En Veracruz llueve, el estado esta lleno de lluvias todo el bendito año. En donde yo vivo llueve más que en otras partes del estado y uno se acostumbra a vivir entre la lluvia y luego vienen visitas y no quieren salir porque llueve, entonces les digo, o salen con lluvia o no salen, así de fácil, porque la lluvia no se quita y te sorprende en cualquier momento.

Ayer llovió en un rato lo correspondiente a las lluvias normales de tres meses por lo que pasó lo inevitable: los cerros se cayeron, justo a la hora de la salida del trabajo. Parecía la carretera del infierno. Primero pasabas el puente, ese puente donde una vez se cayó una compañera de trabajo (jojojojojo) el agua llegaba mas o menos hasta el puente, así que había que pasar hecho la madre antes de que se derrumbara o se acabara de inundar. Luego la fila de coches esperando no se qué. Luego cerro desparramado por la carretera, luego pedazote de cerro derrumbado, luego lodo, luego árbol, luego mas cerro, luego otro árbol, después mas lodo y por último gente como en algún tipo de procesión, por qué estaba la gente así, lo desconosco.

Solo espero que hoy ya no llueva, me preocupa el puente, mas bien me preocupa el puente y quedarme de este lado del pueblo, entonces si tío Fide tendrá que venir a aventarnos comida y zarapes desde su helicóptero jojojjojojo.

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